El temblor de ser vistos
En la mirada habita la belleza, la terrible belleza del misterio.
En la mirada, sí, en la mirada; encontramos una pizca, de lo sublime. Ella dice todo lo que las palabras carecen. Temblamos ante aquella que anuncia la muerte. Dejamos de parpadear ante el nacimiento de un ser vivo. Perdemos el tiempo y el espacio al contemplar al ser amado. Una obra de arte nos captura y no podemos movernos. En la mirada habita la belleza, la terrible belleza del misterio. Pende de un hilo nuestra razón. No nos alcanza. Apenas logramos sujetar, en el breve descanso de la mirada, el gozo y la crudeza de estar vivos.
Pasé mi vida mirando al interior de los ojos de la gente, es el único lugar del cuerpo donde tal vez exista un alma. - José Saramago
En el movimiento secreto de nuestro interior, mi mirada, ausente o activa, habla: habla de mi verdad, de lo imposible, de mi batallas, de mi deseo. Habla, del abismo.
En esta noche rara que tanto me has mirado, la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso. - César Vallejo
En la inmensidad de mi universo acepto que quiero ser vista: por mí, por los otros, por quienes me rozan en el día, por quienes sienten mi respiración, por quienes pasan de largo, por quienes me hablan y por quienes comparten el silencio.
¿Cuándo otros te miran? ¿Qué encuentras en ti?
Pequeños fuegos
Nunca olvidaré esa mirada. Durante una residencia artística en Nueva Orleans, mientras exploraba los archivos policiacos de la ciudad, encontré una fotografía: un joven arrestado por robar comida. Su mirada me atravesó. Se quedó conmigo. Apareció una y otra vez en mis collages, como si pidiera ser recordada.
Curiosidades en puerta
Pupil mimicry (imitación pupilar) es un fenómeno neurofisiológico en el que, al mirar a otra persona, nuestras pupilas tienden a dilatarse o contraerse de forma sincronizada con las suyas, de manera inconsciente. Esta sutil imitación se ha asociado con un aumento en la empatía, la conexión emocional y la confianza mutua. Es como una “danza invisible” entre dos cerebros que se comunican sin palabras, a través de la luz y la sensibilidad de la mirada.
“Cuando miras a otra persona a los ojos, piensa en esto: tal vez sea lo más cerca que estarás de ‘tocar cerebros’ —o de tocar almas, si prefieres decirlo de forma más poética.” BBC Future, artículo: “Why meeting another’s gaze is so powerful” (2019).
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Ninguna mirada se repite y en algún momento, se acaban. Atesora cada una de ellas.
Con cariño,
Yani Matienzo
@yaniramc
Escribo, colecciono, conjuro posibilidades.
Collage, poesía, pensamiento y deseo creativo.
Co-fundadora de LUAN Museo Emocional @luanmuseo